sábado, 31 de diciembre de 2016

2017


 
  
 No esperar nada
dejar que todo ocurra
renunciar a las expectativas

   y dejar que el 2017 nos sorprenda.

martes, 20 de diciembre de 2016

Feliz Navidad

Cuando un nuevo ser llega a nuestra familia, ¿qué hacemos? Nos alegramos, le damos la bienvenida, le hacemos regalos, lo celebramos.
 
 El próximo 24 celebramos el nacimiento del niño Jesús. ¿Qué podemos hacer para conectar con su energía, con la alegría de su nacimiento?
 
 Lo primero que tenemos que hacer es salir del ruido de estos días: comidas y cenas con empresas y amigos, compras diversas para cenas especiales, regalos, etc.
 
 Tenemos que encontrar un tiempo para nuestro silencio. Pues sólo si cesamos el ruido de nuestra mente podremos escuchar a nuestro corazón y conectar con nuestra niña interna. Debemos darle todo el protagonismo que el momento nos ofrece. Y solo silenciando nuestra mente podremos escuchar su guía, su alegría. Nos limpiará el dolor de nuestro corazón. Podremos llenarnos de paz y disfrutar de estos días en familia y con amigos, hablando, riendo, compartiendo los momentos, bailando, cantando. Solo así, haciendo el silencio, podremos vivir felices estos días y todos los demás.
 
 Ahora bien, dar sin recibir no produce equilibrio pero te has parado a preguntar ¿quién no te da? ¿Será que no te ofreces a ti misma esos momentos de conexión íntima?
 
 
 Recuerda, asimismo, que si queremos estar centrados, en equilibrio, debemos abandonar la crítica, el juicio. Debemos aceptar a cada persona tal y como es, con sus luces y sus sombras y eso nos incluye a nosotros mismos. Ahora es el momento también de celebrar la conexión con nuestro niño interno de forma que colaboren con la persona adulta en que nos hemos convertido. En otras palabras, amor y razón deben colaborar. Y escucharnos a nosotros mismos, a través de nuestro corazón, de nuestra guía interna, nos va a llenar de paz, de calma, de serenidad.
 
Divinidad en el cielo.
Comprensión en la tierra.
 
 
¡FELIZ NAVIDAD!


miércoles, 7 de diciembre de 2016

Ser feliz es irreal, no creíble y envidiado

           Si alguien es feliz, es sospechoso.
 
Se ha dicho que la felicidad es muy difícil de alcanzar o algo imposible. Y cuando alguien llega manifestando, asegurando y exhibiendo que es feliz, no se le cree, pues en lo que se cree es en la infelicidad.

 
Una persona que llega a ser feliz es tremendamente envidiada. Llega, por tanto, el pecado capital –la envidia–, la moneda que impera en este mercado mundial que sufre la inflación de la codicia.

A partir de ahí, se inicia el ataque a quien posee la felicidad. Se procura su destrucción. Los ataques suelen ser viles, queriendo socavar el tesoro que no se posee.

¿Se consigue algo? La mayor parte de las veces, lo irracional, dado que a la felicidad nada la puede destruir. Quien realiza la merma sólo consigue mermarse.

En todo caso, quien ya es feliz sólo recibe la insolidaridad, el vacío, la crítica, el menosprecio...; pero le resbalan, no le afectan.

Y los depravados persisten una y otra vez en sus renovadas lanzadas. No pueden ver la felicidad a su alrededor, porque constituye la prueba de que es algo factible que ellos no pueden tener. La felicidad del otro desmonta su creencia y convicción de que la felicidad es inviable. Les rompe sus principios obsoletos, que se empeñan en mantener esperando que todos sean iguales que ellos. Esto es: infelices.

Si tú eres una de esas personas felices entiendes bien lo que he querido decir. 
 

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Autor: Deéelij
Fuente: De su libro Alas sin plumas (Ediciones Ende, 2016):

martes, 29 de noviembre de 2016

La energía del amor

Reiki es energía del amor.
¿Exclusiva para algunos? NO, disponible, al alcance de todos.
Cada vez hay más teorías de que nuestro cuerpo habla, nos da información sobre lo que nos pasa interiormente. Lejos de entrar a debatir en ellas pues sería largo ya que creo que aunque es verdad es más complejo, lo cierto es que nuestras dolencias nos informan sobre nuestros pensamientos inconscientes, nuestros miedos. Pensamientos y emociones están conectados con nuestro cuerpo. Todo es energía. ¿Podría ser entonces, que tu actitud ante el dolor fuera mucho más determinante de lo que jamás te hayas parado a pensar?
¿Qué te parece entonces elevar tu energía?
 ¿Y si al elevar tu energía hasta un determinado nivel de AMOR consiguieras que un dolor desapareciera?
¿Y si al elevar tu energía hasta un cierto nivel de amor comprendieras cómo están interrelacionados tus pensamientos y tu cuerpo?
Imagina que te tuerces un tobillo. Duele y el dolor nos aleja del amor. Quizás despotricamos y culpabilizamos a la piedra, al escalón, o al cordón del zapato. ¿Qué tal si cambiamos la vibración del dolor a través del amor? No te pido que me creas, solo te pido que experimentes por ti mismo.
¿Cómo?
Te has torcido un pie. Ahora siéntate, cierra tus ojos, respira y conecta con tu dolor. ¿Dónde está exactamente? Acota todo lo que puedas el lugar en el que se manifiesta. Imagina como una esfera rosa envuelve ese punto. Y ahora, trata ahora de recordar en qué ibas pensando antes de que tu pie se torciera. Ese pensamiento, ¿te conecta con algún temor? Respira de nuevo de forma consciente y concentrarte en el punto exacto de dolor. Comienza a enviar pensamientos de amor a esas células. Quizás comiences a sentir una nueva sensación, una especie de hormigueo a medida que va recibiendo tus pensamientos amorosos. Respira conscientemente de nuevo y empieza a sentir como ese hormigueo, esa energía amorosa se va expandiendo por toda tu pierna, las caderas, el abdomen, el cuello y la cabeza. Riega con amor cada célula de tu cuerpo. Siente todo tu cuerpo rodeado por una gran esfera de luz brillante de color rosa. Si quieres puedes ahora repetir "yo soy la presencia perfecta del amor perfecto aquí y ahora". Permanece así un par de minutos. Respira profundamente y abre los ojos. Muévelos lentamente a derecha y a izquierda. Mueve los dedos de tus manos, tus brazos, tus pies. ¿Cómo te sientes? ¿Mejor?
Yo no soy médico ni hago diagnósticos, por tanto, ante cualquier problema relacionado con la salud sigue pulcramente las indicaciones que los profesionales te indiquen. Si has de tomar un calmante, tómalo. Si has de tomar antibiótico, tómalo. Si has de ir a un fisioterapeuta, ve.
Y si el ejercicio te ha gustado y servido, utilízalo.
 

 

jueves, 24 de noviembre de 2016

Acción de gracias

Hoy se celebra en Estados Unidos el día de Acción de gracias. El texto elegido para daros las buenas noches tiene que ver con ello.

La gratitud: el despertar del corazón


Los ojos de mis ojos están abiertos - E.E. Cummings


Te ha pasado alguna vez? Coges un libro y llama tu atención una frase que parece haber sido escrita sólo para ti. O escuchas una revelación en la letra de una canción. A veces, parece que un ángel te está susurrando al oído.
 
Una mañana cualquiera, me di cuenta de que estaba emocional y físicamente agotada por concentrarme en cosas que quería comprar pero no podía permitirme. Me sentía atrapada en un círculo vicioso. Cuanto más me concentraba en las carencias y en lo que no podía poseer, más me deprimía. Cuanto más me deprimía, más me concentraba en las carencias. Mi alma me susurró que lo que realmente anhelaba no era la seguridad económica sino la serenidad económica. Yo estaba lo bastante tranquila como para prestar oído a sus palabras. En aquel momento identifiqué el más hondo afán de mi corazón. Anhelaba una paz interior que el mundo no pudiera robarme. Pedí ayuda y me comprometí a seguir el camino, fuera cual fuera, que me indicara el Espíritu. Por primera vez en mi vida deseché mis objetivos a cinco años vista y me convertí en buscadora, peregrina, aventurera.
Cuando me desembaracé de mi deseo de seguridad y en vez de ello busqué la serenidad, pude contemplar mi vida con los ojos abiertos de par en par. Ví que poseía muchas cosas por las que estar agradecida. Me sentí humilde ante mis riquezas y me arrepentí de no haber valorado la plenitud que ya existía en mi vida. ¿Cómo iba a esperar más del Universo cuando no apreciaba lo que ya poseía?
De inmediato, hice inventario de los factores positivos de mi vida: mi salud, un marido maravilloso, una hija preciosa y feliz, la salud de ambos, nuestro hogar (pequeño pero acogedor) y tres preciosos animales domésticos que me alegraban a diario con su incondicional compañía. En la mesa, nunca faltaban los buenos alimentos y hay vino en la despensa. También tenemos la suerte de poseer muchos amigos maravillosos a quienes les importamos mucho y con los que compartimos nuestras vidas.
 
En cuanto me puse manos a la obra, la lista empezó a crecer. Amaba mi trabajo; el mundo lo estaba conociendo y era bien recibido. Muchas mujeres me habían hecho saber que mi primer libro había enriquecido sus vidas. Creo firmemente que lo que das al mundo volverá a ti -quizá no todo de una vez o de la forma que esperas- pero si das lo mejor de ti misma, lo mejor volverá a ti. Había llegado la hora de que viviera mis creencias.
 
Cuando contemple el libro de mi vida, me di cuenta que era muy afortunada. Lo que estaba experimentando no era nada más que un problema de liquidez temporal. Por último, mi voz interior concluyó que era imposible determinar mis ingresos netos personales a partir del saldo de mi cuenta corriente. Lo mismo es válido para los tuyos.
 
La forma en que se llega a esta conclusión no importa. Lo importante es el hecho. Mi corazón empezó a rebosar de gratitud. Comencé a dar las gracias por todo: el jarrón con margaritas que reposa en el alféizar de la ventana de la cocina, la dulce fragancia del pelo de mi hija, el primer sorbo de té por la mañana, el asado de cerdo con manzanas y arándanos de la cena dominica, oír las palabras “te quiero” antes de conciliar el sueño. Todos los días empezaron a ofrecerme auténticos momentos de placer y dicha. Pero, ¿no lo había hecho antes? La diferencia residía en que ahora yo percibía y apreciaba las dádivas con que era obsequiada todos los días. La fuerza de la gratitud me cogió por sorpresa.
 
Todo lo que hoy te pido es que abras “los ojos de tus ojos” y contemples la vida con otra mirada. ¿Tienes cubiertas tus necesidades básicas? ¿Tienes un hogar? ¿Alimentos sobre la mesa? ¿Ropa para ponerte? ¿Tienes una fuente de ingresos regulares? ¿Tienes sueños? ¿Tienes salud? ¿Puedes andar, hablar, ver la belleza que te rodea, escuchar música que te revuelve el alma o pone tus pies en movimiento? ¿Tienes familia y amigos a los que amas y te que aman?
 
Entonces, haz una pausa para dar las gracias. Deja que tu corazón despierte a la fuerza transformadora de la gratitud. Prepárate para sustituir tu necesidad de seguridad emocional y económica por serenidad. “No hay trompetas que suenen cuando tomamos decisiones importantes en nuestra vida -nos recuerda Agnes de Mille-. El destino se da conocer en silencio.
 
 
del libro, El encanto de la vida simple de Sarah Ban Breathnach

lunes, 21 de noviembre de 2016

El plan de tu alma



Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos rebelado ante el sufrimiento, pensando que carecía de sentido. ¿Y si ahora resultase que las experiencias más dolorosas y difíciles de la vida las hemos planeado cuidadosamente nosotros mismos antes de nacer? ¿Es posible que antes de venir a este mundo hayamos elegido las circunstancias, las relaciones y los sucesos más significativos de esta existencia? El autor nos muestra en este libro los casos de diez personas que -al igual que tú y que yo- planearon antes de nacer los sucesos importantes de su vida. Trabajando con los cuatro médiums más dotados del país, Robert Schwartz nos descubre qué es lo que estas personas eligieron y por qué.


Lee el libro, y ti después quieres aprender a leer tus Registros Akáshicos, contacta conmigo.

https://youtu.be/lnMQ0Gqq86A

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Crear algo nuevo

"En vez de fijaros en vuestros defectos, que son el resultado de malos hábitos adquiridos en otra encarnación, es mejor que os preocupéis de lo que podéis construir para el futuro, y deciros: «Ahora, voy a crear algo nuevo», y cada día, con una fe inquebrantable, con una convicción absoluta, trabajad en este sentido, es decir, tomad todos los elementos que Dios os ha dado: la imaginación, el pensamiento, el sentimiento y concentraos para proyectar en vosotros mismos las más bellas imágenes, viéndoos en la música, en la luz, en el sol, en la perfección de las formas, con cualidades, dones, virtudes: la bondad, la generosidad, la posibilidad de sostener a los demás, de ayudarles, de iluminarles. Puesto que todo se graba, esforzaos por grabar lo mejor que existe, y un día, esta construcción luminosa, perfecta, recubrirá todas las deficiencias e imperfecciones del pasado."

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos
 

martes, 18 de octubre de 2016

Karma

"El corazón es nuestro jardín y, acompañando cada acto, 
existe una intención que se planta como una semilla. 
Podemos utilizar una navaja afilada para cortar a alguien,
y si nuestra intención es la de dañar, seremos unos asesinos.
Podemos llevar a cabo un acto casi idéntico pero,
si somos unos cirujanos,
la intención es la de curar y salvar una vida. 
El acto es el mismo, pero dependiendo de nuestro propósito e intención,
puede ser un acto terrible o compasivo."

Estamos impelidos a actuar día y noche, solos o en comunidad, en circunstancias maravillosas o frente a dificultades. ¿Cómo podemos poner en práctica nuestra comprensión interna y cómo podemos saber cuando nuestros actos son sabios? La clave a una acción sabía es la comprensión del karma.
 
Karma se ha convertido en una palabra común de nuestro lenguaje. Existen muchos ejemplos de ello. Decimos: "Es su karma" o "Ha recibido su karma". He llegado a escuchar un anuncio en la radio de un vendedor de coches, que vendía coches a bajo precio en Berkeley la temporada pasada porque, según él, era su karma y: "Es vuestro karma venir y conseguir una de estas gangas". Un diario local incluso anunciaba un servicio de 15.95$ para asegurar un karma mejor y más dinero en la próxima vida. "La Garantía de Reencarnación en la Próxima Vida" (Fortuna Garantizada o Le Devolvemos el Dinero). Este es el grado en el que la idea y uso de la palabra karma se han deteriorado en nuestra cultura.
 
El Avatamsaka Sutra es el texto budista que describe las leyes que gobiernan los miles de posibles ámbitos del universo; ámbitos de placer y ámbitos de dolor, ámbitos creados por el fuego, por el agua, por el metal, por las nubes o, incluso, por flores. Cada universo, nos dice el sutra, sigue las mismas leyes básicas: en cada uno de estos ámbitos, si plantas una semilla de mango, obtenemos un árbol de mango; si plantamos una semilla de manzana, obtenemos un manzano. Es así en cada ámbito existente en el mundo de los fenómenos creativos. 
 
La ley del karma describe el modo en que la causa y el efecto gobiernan los patrones que se repiten a lo largo de toda la vida. El karma significa que surge por si solo. Cada experiencia está condicionada por lo que la precede. Por lo tanto, nuestra vida está constituida por una serie de patrones interrelacionados. Los budistas dicen que comprenderlo es suficiente para vivir en el mundo de un modo sabio.
 
El karma existe en muchos niveles distintos. Sus patrones gobiernan las grandes formas del universo, como las fuerzas gravitatorias de las galaxias, y lo más pequeño, los modos sutiles en que nuestras elecciones humanas afectan a nuestro estado mental, de instante en instante. A nivel de la vida física, por ejemplo, si uno contempla un roble, podemos ver un "roble" que se manifiesta en distintas fases de patrones vitales. En una fase del patrón de roble, un roble existe como bellota; en una fase posterior, crece como vástago, en otra fase, como árbol grande, y en otra, como bellota verde que crece como árbol grande. Hablando en propiedad, no existe algo como un "roble" definitivo. Existe únicamente el patrón de roble, mediante el que ciertos elementos siguen la ley cíclica del karma: una combinación específica de agua, minerales y energía solar que lo transforma, una y otra vez, de bellota a vástago, hasta árbol grande.
 
Las tendencias y hábitos de nuestra mente son patrones kármicos semejantes que repetimos una y otra vez, como en el caso de la bellota y el roble. Cuando Buda se refería a esto, preguntaba: "¿Qué creéis que es mayor, la montaña más alta de la tierra o el montón de huesos que representa las vidas que habéis vivido, una y otra vez, en cada ámbito gobernado por los patrones de vuestro propio karma? Mayor es, amigos, el montón de huesos que la montaña más alta de la tierra."
 
Vivimos en un mar de patrones condicionantes que repetimos una y otra vez, pero muy pocas veces somos conscientes del proceso. Podemos comprender el funcionamiento del karma en nuestras vidas más claramente, observando dicho proceso de causa y efecto en nuestras actividades corrientes y observando como los patrones repetitivos de nuestra propia mente afectan a nuestro comportamiento. Por ejemplo, al haber nacido en cierta cultura en una época dada, aprendemos ciertos patrones hábito. Si nacemos en una taciturna cultura de pescadores, aprendemos a ser silenciosos. Si crecemos en una cultura mediterránea más expresiva, podemos expresar nuestros sentimientos con gestos y hablando alto. Nuestro karma social –condicionamiento paterno, escolar y lingüístico– crea patrones completos de consciencia, que determinan el modo en que experimentamos la realidad y el modo en que nos expresamos. 

del libro "Camino con corazón" de Jack Kornfield

martes, 11 de octubre de 2016

Amante amado

En mi llanto no lloran lágrimas
sino alegría desenfrenada,
en un manantial de luces
por mil besos alumbrada.

Es la risa mi compañera,
la que sonríe mis primaveras
iluminando mi rostro con la calma
de su carcajada solitaria.

El disfrute por mí silenciado
no quiere palabras vanas,
sino razones abandonadas
por el sujeto amado.

Del momento me lleno plenamente
en infinitos instantes representado,
las proyecciones me han dejado
pues vivo abrazando la mente.

Aunque dejar de quererme quisiera,
no puedo, pues ni lo intento,
porque el amor es mi alimento
y la paz mi bandera.

Cuando te miro me veo,
el libro de mi vida en ti leo,
soy lo que soy, reo liberado,
la consciencia abrió mi prisión de esclavo.

Decirte más ¿Para qué?
Yo soy tú, Tú eres yo,
en el alma acompañado.
Amante amado.

 
 
Autor: Juan Luna

martes, 6 de septiembre de 2016

Maestro espiritual

"Un Maestro espiritual se esfuerza en ver en los seres las divinidades que aún no son. No le interesa lo que son ahora. Cada vez que les ve, piensa en esta chispa divina que hay enterrada en ellos y que espera el momento en que, por fin, le den la posibilidad de manifestarse. He ahí la expresión más elevada del amor: saber conectarse con la chispa divina en cada criatura para alimentarla y reforzarla.

¡Qué diferentes serían las relaciones entre los humanos si, ellos también, cuando se encontrasen, pensaran que el hombre o la mujer que tienen ante ellos, es el depositario de una chispa que ha brotado del fuego divino! Incluso en un criminal hay que buscar esta chispa para tratar de reanimarla. No siempre es posible, pero al menos hay que intentarlo. No siempre sabemos por qué ciertos seres se dejaron arrastrar por una mala pendiente, ni tampoco sabemos lo que podría enderezarlos y reanimar súbitamente la chispa que hay en ellos. Por eso nunca hay que emitir juicios definitivos sobre lo que son."

Omraam Mikhäel Aïvanhov, en su libro Pensamientos cotidianos de editorial Prosveta.
 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Bienvenido Septiembre

Todos los comienzos tienen sombras,
pero nosotros estamos suficientemente preparados
para afrontar todo lo que venga.
 
Quehaceres, estudios, compras...

Aprovechemos el nuevo comienzo
y no seamos prisioneros de nosotros mismos.
 
 Os dejo, unas sugerencias para este mes:
  • Celebrar el fin del verano con una cena, fiesta temática.
  • Encargar lápices con nuestro nombre.
  • Crearos las portadas de vuestros nuevos cuadernos con imágenes que os gusten.
  • Elige un tema y busca libros relacionados. Lee uno cada mes, hasta final de año.
  • Compra una cartulina del color que te guste y busca en revistas aquéllas cosas que quisieras realizar a lo largo de este cuatrimestre. Luego, cuélgalo en un lugar visible y sueña..., ten FE y deja que el Universo conspire.
     
 
 
¡¡¡FELIZ VUELTA A NUESTRAS RUTINAS SIN TENSIONES!!!
 

martes, 2 de agosto de 2016

Un cuento de verano

Llegó agosto, mes en España por excelencia de vacaciones, de descanso, de cambio de hábitos, de desconexión... y este blog también se toma unos días y volverá a estar en activo a partir de septiembre.

Hasta entonces, os dejo un cuento, Un cuento de verano... Espero que lo disfrutéis y nos seguimos "viendo" a la vuelta, renovados, para hacer frente al último cuatrimestre del año.

!!!Felices días para todos!!!

 



El pequeño Stefek (Damian Ul), de seis años, en sus vacaciones estivales, se enfrenta al destino, poniendo en marcha una cadena de sucesos que podrían ayudarle a acercarse a su padre, quien años atrás abandonó a su madre. El niño cree que su padre podría ser un hombre al que observa a menudo mientras espera el tren en la estación del pueblo. Su hermana Elka (Ewelina Walendziak), de 17 años, le ayuda a aprender a sobornar a la suerte para manipular el destino, a través de coincidencias y pequeñas renuncias, así Stefek ve aumentar las esperanzas de que sus padres vuelvan a encontrarse. Pero pronto los trucos y casualidades se enfrentan con la realidad, y las cosas se complican.




martes, 26 de julio de 2016

En mi alma

Durante incontables momentos he sentido la dicha de ser amado.
La algarabía y el éxtasis del amor divino,
Se han dejado sentir en mí ser.
Como unidad me he percibido.
Como gota de un insondable océano,
Que siendo individual,
Fusionada con el TODO se ha reconocido.

No puedo sentir el TUYO ó el MIO,
Pues una sola cosa es.
La separación no me es reconocida,
Tan solo distingo la unión en un solo ser.
Le puedes otorgar innumerables nombres,
Pero no será por la denominación que lo reconocerás,
Tan solo a través de la experimentación te será dada su identidad.

Sin duda has buscado.
Sin duda lo has llamado.
Sin duda lo has gritado.
Sin duda lo has llorado,
Pero de seguro, mi dulce amigo,
En el exterior lo has intentado.
No es el lugar apropiado.
En las afueras, lo perecedero y mutable se encuentra,
Únicamente en el interior lo hallarás,
Pues, tu YO inmutable e inmaculado esperándote está.
Este será, el que te guíe por camino firme hacia la consecución de tu ideal.

Dilo, si así lo sientes.
Llámalo por el nombre que Tú lo reconoces,
No sientas pavor, que el miedo no agarrote tu garganta,
Desde las profundidades de tu alma haz se lo saber,
El hijo pródigo ha vuelto a casa,
Que Él te oiga decirle así:

¡PADRE!, ¡PADRE!, HE VUELTO A CASA.

Con todo mi AMOR, deseo que este sea el ideal y la meta de toda la humanidad.
 

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Autor: Matías Márquez (gaudapada@hotmail.com)
Fuente: De su libro Alma embriagada (Editorial: Visión Libros)

martes, 19 de julio de 2016

Dios existe

Dios no creó el mal.
El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos.
Albert Einstein




miércoles, 13 de julio de 2016

¿El arte de la seducción?

 
 

       El arte de la seducción es un tema que quiero tratar sin que salten ampollas. Y solicito que no lo tomes como algo personal. Que en nada se pretende, cuanto menos, molestar; y que, posiblemente, observes esto como algo absurdo y difícil de manifestar. Pero es obvio que así se pueda percibir si se observa con la mentalidad antigua donde lo que impera son las armas de seducción, el proceso de cortejo, los pasos a dar, las señales a percibir, entender que cuando se dice sí es no y viceversa, además de que se han de usar procesos que si no se dan se califican de antinaturales. Y por supuesto, eso del ser romántico, algo mal interpretado desde su significado original, ha de ser enterrado dado que no producía más que desaciertos, como mínimo. 
 
        Hombres y mujeres ha sufrido, demasiado, en el pasado al querer establecer una relación del tipo que fuera, una proximidad o encuentro entre ell@s. En la mayor parte de las ocasiones la confusión era lo que se manifestaba, por no decir que se creaba, en muchos casos, dosis elevadas de frustraciones que desembocaban en ira manifiesta que luego se almacenaba en formas de rencor que posteriormente se sacaban a relucir en otras futuras relaciones al menor atisbo de asomo de un comportamiento similar.
        Como la realidad antigua adiestró a los seres humanos en una serie de comportamientos que debía seguirse como normas, de las que no se podían salir, para iniciar cualquier posibilidad de relación entre dos seres humanos de distintos sexos, esto los ha tenido atrapados en un laberinto de desencuentros muy desafortunados. Evidentemente, muy pocas personas han podido conseguir una relación fructífera, y fueron, precisamente, quienes se saltaron las normas establecidas como único guion a mantener.

 
        Cuando hablamos del arte de la seducción, hablamos de cómo hacer que otra persona decline su voluntad y libertad hacia la propia. Esto es tan simple como entender que era mantener una cota de poder sobre otro ser humano. Y también sabemos, a estas alturas, que unas de las dinámicas básicas de la antigüedad vivencial es tener poder sobre los demás, además de sobrevivir como se pueda y reproducirse a toda costa. Así, pues, si nos atenemos al significado que el diccionario otorga a la palabra seducción, encontramos que es: “engañar con arte y maña, persuadir suavemente al mal, así como embarcar o cautivar el ánimo” Como podrás comprender, en una nueva era dimensional donde la sinceridad es una de las pautas a mantener, la seducción no tiene cabida. Sería mentir a alguien, engañarle, manipularle, prostituirle. Y como un ser que en conciencia quiere vivir acorde a un nuevo paradigma, lo que prima es ser honesto, lo anterior no puede hacerlo; así de simple, lo repito: no puede hacerlo. Iría en contra de sí mismo a sabiendas de que el deterioro que produce en otra parte lo produce en sí dado que ya sabe que todo somos uno, y que si hace daño a un@, es lo mismo que hacérselo a un@ mism2. Por tanto, es inviable usar de la seducción en las relaciones humanas en una realidad conciencial.

        Habría que cambiar el concepto, y uno muy bueno, pero que habría que reformular, es el de la complicidad, porque en el diccionario de antiguo se relaciona con el delito o el crimen; por eso decía de reformularlo a un diccionario conciencial nuevo donde signifique que la complicidad implica entrega de uno sin fingimientos, anhelo de compartir lo que se es con otra parte en igualdad, muestra que se hace de sí a otra parte desde el conocimiento total de uno al otro. Si conseguimos esa complicidad en las relaciones humanas de la nueva conciencia dimensional, el arte de la seducción, y, por tanto, el engaño, se habrá extinguido, tornándose las interrelaciones en una forma sencilla, sincera, noble, leal y honesta de ofrecerse de una parte a otra.
        La era de la seducción ha pasado, está enterrándose. Dejad de usar lo caduco que, pruebas hay de sobra, sólo aportaron sufrimiento entre los seres humanos.
 

       La seducción, ya fallecida, se ha de transformar en un modo abierto de hablar con claridad, exponiendo lo que se siente sin miedo alguno a ser rechazad@, pues no será rechazo aunque se le diga que no, dado que se entenderá que la otra parte no está por entrar en una relación que no le gusta, y que no entra no porque no le gustes, sino porque sus derroteros van por otro lado sin que el tuyo sea criticable. Que todo es una opción que se ofrece a la otra parte y que se acepta la respuesta que sea a la pregunta que se formule sin que ello se tome como un insulto, sino como una muestra de sinceridad de alguien que no nos dice algo que no quiere realizar por quedar bien o no hacerte sentir mal, sino porque se expresa en libertad, y que es muestra e libertad es una expresión regalada de amor hacia ti a quien en modo alguno se quiere seducir y por consiguiente engañar.
        Se trata de empezar un encuentro de forma totalmente limpia y sincera, aunque pueda parecer un proceder “duro”, porque no se esté acostumbrado a entrar de esa manera, pero con el tiempo se terminará convirtiéndose en hábito, y será de gran agradecimiento además de ser algo normalizado en las relaciones humanas. Por ejemplo, por qué no empezar así: “¡Hola!, me gustas, y quisiera conocerte para comprobar si juntos podemos realizar algo hermoso y que merezca la pena crear en equipo y sintonía ¿te apetece?”
        Entramos en la era de ser cómplices de nuestros actos mostrados con claridad y sin caretas hacia los demás. Porque cuando dos miradas no se cruzan, sino que se fijan con sencillez una en la otra, destrozan toda posibilidad de seducirse mutuamente en un ardid de engaños malévolos que no les conducirían a lo que todo ser humano ha querido experimentar durante millones de años: a la felicidad.
       Y si por un casual, te encuentras con alguien que no es capaz de mantenerte la mirada con hermosura, sin recato, sin calibraciones, sin lanzarla a otro lado continuamente, posiblemente estarás delante de alguien que quiere ser cómplice contigo en sí sin engaños, sin seducción, en amor y libertad, en una expresión de gozo armonizada.
        Cuando lo que pronostico se cumpla, tendremos una conciencia dimensional basada en la confianza plena y total en sí y en los demás. Conseguido esto, una de las bases que soporten de forma duradera a la nueva humanidad estará plantada de forma indestructible, sólida y perpetua.
Autor: Deéelij
Fuente: De su libro Alas sin plumas (Ediciones Ende, 2016):

 
 


miércoles, 6 de julio de 2016

Una gran lección

"Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado pronto para ser quien quieres ser. No hay límite en el tiempo. Empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo. No hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa. Espero que tú saques la positiva. Espero que veas cosas que te sorprendan. Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. Espero que conozcas a personas con otro punto de vista. Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo." 

 Benjamin Button



miércoles, 29 de junio de 2016

El arte de bendecir

“Al Despertar, bendecid vuestra jornada, porque está ya desbordando de una abundancia de bienes que vuestras bendiciones harán aparecer. Porque bendecir significa reconocer el bien infinito que forma parte integrante de la trama misma del universo. Ese bien lo único que espera es una señal vuestra para poder manifestarse.
 
 
Al cruzarnos con la gente por la calle, en el autobús, en vuestro lugar de trabajo, bendecid a todos. La paz de vuestra bendición será compañera de su camino, y el aura de su discreto perfume será una luz en su itinerario. Bendecid a los que os encontréis, derramad la bendición sobre su salud, su trabajo, su alegría, su relación con Dios, con ellos mismos y con los demás.
 
Bendecidlos en sus bienes y en sus recursos.
 
Bendecidlos de todas las formas imaginables, porque esas bendiciones no solo esparcen las semillas de la curación, sino que algún día brotarán como otras tantas flores de gozo en los espacios áridos de vuestra propia vida.
 
Mientras paseáis, bendecid vuestra aldea o vuestra ciudad, bendecid a los que la gobiernan y a sus educadores, a sus enfermeras y a sus barrenderos, a sus sacerdotes y a sus prostitutas. En cuanto alguien os muestre la menor agresividad, cólera o falta de bondad, responded con una bendición silenciosa.
 
Bendecidlos totalmente, sinceramente, gozosamente, porque esas bendiciones son un escudo que los protege de la ignorancia de sus maldades, y cambia el rumbo de la flecha que os han disparado.
Bendecid significa desear y querer incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna el bien ilimitado—para los demás y para los acontecimientos de la vida–, haciéndolo aflorar de las fuentes más profundas y más íntimas de vuestro ser.
 
Esto significa venerar y considerar con total admiración lo que es siempre un don del Creador, sean cuales fueren las apariencias. Quién sea afectado por vuestra bendición es un ser privilegiado, consagrado, entero. Bendecir significa invocar la protección divina sobre alguien o sobre algo, pensar en él con profundo reconocimiento, evocarle con gratitud. Significa además llamar a la felicidad para que venga sobre él, dado que nosotros no somos nunca la fuente de la bendición, sino simplemente los testigos gozosos de la abundancia de la vida.
 
Bendecirlo todo, bendecir a todos, sin discriminación alguna, es la forma suprema del don, porque aquellos a los que bendecís nunca sabrán de dónde vino aquel rayo de sol
que rasgó de pronto las nubes de su cielo, y vosotros raras veces seréis testigos de esa luz que ha iluminado su vida.
 
Cuando en vuestra jornada surja algún suceso inesperado que os desconcierte y eche por tierra vuestros planes, explotad en bendiciones, porque entonces la vida está a punto de enseñaros una lección, aunque su copa pueda parecernos amarga. Porque ese acontecimiento que creéis tan indeseable, de hecho lo habéis suscitado vosotros mismos para aprender la lección que se os escaparía si vacilaseis a la hora de bendecirlo. Las pruebas son otras tantas bendiciones ocultas. Y legiones de ángeles siguen sus huellas.
 
Bendecir significa reconocer una belleza omnipresente, oculta a los ojos materiales. Es activar la ley universal de la atracción que, desde el fondo del universo, traerá a vuestra vida exactamente lo que necesitáis en el momento presente para crecer, avanzar y llenar la copa de vuestro gozo.
 
Cuando paséis por delante de una cárcel, derramad la bendición sobre sus habitantes, sobre su inocencia y su libertad, sobre su bondad, sobre la pureza de su esencia íntima, sobre su perdón incondicional. Porque sólo se puede ser prisionero de la imagen que uno tiene de sí mismo, y un hombre libre puede andar sin cadenas por el patio de una prisión, lo mismo que los ciudadanos de un país libre pueden ser reclusos cuando el miedo se acurruca en su pensamiento.
 
Cuando paséis por delante de un hospital, bendecid a sus pacientes, derramad la bendición sobre la plenitud de su salud, porque incluso en su sufrimiento y en su enfermedad, esa plenitud está aguardando simplemente a ser descubierta. Y cuando veáis a alguien que sufre y llora o que da muestras de sentirse destrozado por la vida, bendecidlo en su vitalidad y en su gozo: porque los sentidos sólo presentan el revés del esplendor y de la perfección última que sólo el ojo interior puede percibir.
 
Es imposible bendecir y juzgar al mismo tiempo. Mantened en vosotros, por tanto, ese deseo de bendecir como una incesante resonancia interior y como una perpetua plegaria silenciosa, porque de ese modo seréis de esas personas que son artesanos de la paz, y un día descubriréis por todas partes el rostro mismo de Dios.
 
Y por encima de todo, no os olvidéis de bendecir a esa persona maravillosa, absolutamente bella en su verdadera naturaleza y tan digna de amor, que sois vosotros mismos.”
 
Del libro “El arte de bendecir” de Pierre Pradervand, Ed. Sal Terrae