De nuevo nos encontramos con el último mes del año, diciembre, un mes de regalos, de compras, de comidas, de atascos, de excesos incluso.
Un mes lleno de mañanas, de tardes, de noches, de ceremonias, de villancicos, de ilusiones, de recuerdos.
Un mes que recoge y cierra todo lo ocurrido en primavera, verano y otoño.
Un mes en el que replanteamos nuestra vida, la repasamos, y volvemos a nuestros sueños, a nuestros destinos tal vez .
Un mes en el que podemos adornar nuestra casa, releer los cuentos de navidad de Dickens, organizar una velada de películas clásicas, cumplir el sueño de un niño que no sea el nuestro, preparar la bandeja de turrones y buscar nuestra propia estrella.
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