Coaching para todos

martes, 31 de diciembre de 2013

Por un 2014 lleno de despertares.

Ha llegado el momento de girar

y volver la mirada para despedirse.

Abrir la puerta

y dar así la bienvenida al 2014

.

Para mí, con 2013, termina un ciclo de 10 años. Decía Steve Jobs que "los puntos siempre se unen hacia atrás" y es lo que he podido ir constatando a lo largo de todo este año. Se me han presentado situaciones de entonces que yo había dado por cerradas pero que sin duda todavía tenían flecos. Han ido surgiendo una a una y en el mismo orden que han ido apareciendo las he ido cerrando. Cada vez soy más consciente de las cosas que ocurren en mi vida, de cómo momentos, sucesos, aparentemente aislados, están conectados. Intuyo que este próximo año será un año con más cambios en los que materializaré lo sembrado. Me siento feliz e ilusionada. Y quiero compartirlo con, por y para tod@s vosotr@s, este brindis: 

- ¿ Estamos todos?
+ Estamos.
- ¿Cuál caballeros?
+ Cumplimos.
- Y ¿A las mujeres?
+ Amamos.
- Pero ¿ante todo?
+ Bebamos, bebamos, bebamos.
¿El que bebe?
+ Se emborracha.
- ¿El que se emborracha?
+ Duerme.-
¿El que duerme?
+ Sueña.
- ¿El que sueña?
+ No peca.
- ¿El que no peca?
+ Va al cielo.
- Y puesto que al cielo vamos.
+ Bebamos, Bebamos, Bebamos.

Y ahora, os invito a escuchar el texto de Jesús Alejandro Godoy titulado "Un año, una vida, un momento".




viernes, 20 de diciembre de 2013

El privilegio de amar

¿Quién no ha sufrido por desamor?
NADIE

Tod@s, alguna vez, hemos sentido esa angustia, tristeza, ahogo, al sentirnos abandonados por el ser amado. Es imposible no sentir esa decepción, ese vacío que parece nos queda. Sin embargo, hay algo todavía mucho peor y eso es no ser capaces de amar, por temor al compromiso, por no saber, o por la razón que sea. Esas personas son las que no terminarán jamás de sufrir, porque los demás, con el tiempo y/u otro clavo, nos reponemos.

Los que son incapaces, son víctimas de sus propio desamor, son quiénes más pierden y sufren. Ese dolor no lo calma nada.
 
El que ama jamás pierde,y se enriquece a sí mismo con ese sentimiento tan pleno, que nos hace sentir tan dichosos. Eso es lo verdaderamente importante, la capacidad. Si la otra persona no puede, se lo pierde.

En definitiva, lo que quiero decir, es que la navidad es un tiempo tradicionalmente para el amor y ser capaces de amar es un auténtico privilegio.
 
Comenzad por vosotros mismos, y disfrutad de cada uno de estos días.
 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Meditar

¿Vas siempre con prisa?
¿Tienes la sensación de que te faltan horas al día, de que no llegas a todo cuánto necesitas?
¿Te sientes estresado?
¿Te cuesta concentrarte?
¿Hay situaciones que te producen tensión, como una entrevista de trabajo, un examen, un lugar nuevo?
Todos sabemos, que el estrés, la ansiedad que nos producen muchas situaciones cotidianas, son perjudiciales para nuestra salud.
¿Qué podemos hacer?
Relajarnos, nos dicen. Y tú piensas, ya me gustaría, pero no sé, me siento incapaz de ello, las circunstancias me pueden.
 
Si te reconoces, prueba con la meditación. La meditación produce un espacio de sosiego, de calma, de paz interior. La relajación es lo contrario a la ansiedad. No puedes estar tranquilo y ansioso a la vez.
 
 
Existen básicamente 3 formas de meditación:
  1. La “intelectual” para obtener diferentes estados de consciencia.
  2. La “emocional” que dirige las meditaciones hacia sentimientos de paz, de amor, solidaridad.
  3. La “activa”, en la que se involucra al cuerpo con movimientos corporales. El taichi o el chi kung serían algunos ejemplos de meditación activa.
Las prácticas de meditación guiada son las más sencillas y se utilizan técnicas de respiración y/o visualización que, por ejemplo, nos lleven a lugares agradables.
La meditación requiere de práctica y paciencia, pero te garantizo que da resultados. Y para ayudarte, en breve iremos subiendo al blog meditaciones guiadas.
 
Algunos enlaces interesantes son los siguientes:
 
 
 
 
 






viernes, 13 de diciembre de 2013

El ego siempre ansía atención

Buda tenía un discípulo llamado Subhuti...
 
Era uno de los discípulos más silenciosos de Buda. Era tan silencioso que las escrituras dicen que casi se había vuelto ausente. Venía y nadie se percataba de él. Pasaba y nadie se daba cuenta de que había pasado.

Era una brisa muy silenciosa... Normalmente, quieres que se fijen en ti. Si no se fijan en ti, te sientes herido. Quieres atención. ¿Quién quiere atención? La atención es el requerimiento del ego, el ego se alimenta de ella. De manera que si no se te da atención, si llegas y nadie se fija en ti, si pasas y nadie dice: "Buenos días. ¿Qué tal estás?", como si no hubieras pasado...,te sentirás herido. Empezarás a pensar: "Así que piensan que no soy nadie, ¡pues le enseñaré a esta gente quién soy!"

El ego siempre ansía atención.
 
Subhuti era tan silencioso... Su deseo de atención había desaparecido. Y en el momento en que desaparece el deseo de atención, toda la política desaparece de tu ser. Entonces eres religioso. Entonces te sientes perfectamente a gusto con tu nadiedad. Entonces vives una vida totalmente diferente. Entonces vives tan silenciosamente que no montas ningún alboroto, que no causas ninguna perturbación, que vienes y vas como si nunca hubieras venido y nunca te hubieras ido...

La gente carga con la idea del ego porque no es. Intenta comprender esta paradoja: los que no son, hacen alarde de sí mismos; tienen que hacer alarde, tienen que demostrarle al mundo. Están actuando constantemente. Saben que si no actúan no son nadie. Tienen que actuar, tienen que gritar, tienen que hacer ruido, tienen que forzar a los demás a que se fijen en ellos... Éstas son las personas que no son.
Las personas que son están tan contentas con su ser que ¿qué les importa si alguien se fija en ellas o no? Son mucho para sí mismas, suficientes en sí mismas.
De manera que ésta es la paradoja: El hombre que no es: intenta, finge que es mucho, alguien especial, y el hombre que es: no finge, no hace alarde, se vuelve una existencia muy silenciosa.

 
El secreto de los secretos, de Osho.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Cuento

En la selva vivían tres leones. Un día, el mono, representante electo por los animales, convocó a una reunión a todos los habitantes de la selva, para poder tomar una decisión.
 
Y les dijo:

- Todos sabemos que el león es el rey de los animales.
- Pero aquí viven tres leones y los tres son muy fuertes.
- ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia?
- ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro rey?


Los leones supieron de la reunión que se estaba realizando y comentaron entre sí:

- Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido.
- Una selva no puede tener tres reyes.
- Luchar entre nosotros no queremos, ya que somos amigos.
- Necesitamos saber cuál será el elegido, pero, ¿cómo lo haremos?


Los animales que participaban en la reunión, después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los tres leones:

- Encontramos una solución muy simple para el problema.
- Los tres vais a escalar la montaña – dijo el mono.
- El que llegue primero a la cima, será consagrado nuestro rey – dijo el ciervo.


La montaña que tenían que escalar era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron al pie de la montaña para asistir la gran escalada. El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado. Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿ahora cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:

- ¡Yo sé quién debe ser el rey!

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.
- ¿Cómo?, preguntaron todos.
- Es simple – dijo el águila.
- Yo estaba volando bien cerca encima de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la montaña, escuché lo que cada uno dijo a la montaña.


El primer león dijo:
- ¡Montaña, me has vencido!

El segundo león dijo :
- ¡Montaña, me has vencido!

El tercer león dijo:
- ¡Montaña, me has vencido, por ahora!
- Pero ya llegaste a tu tamaño final, y yo todavía estoy creciendo.
- Volveré


La diferencia, completó el águila , es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió, y para quien piensa así, su persona es más grande que su problema. Si él es el rey de sí mismo, está preparado para ser el rey de los demás.

Los animales aplaudieron con entusiasmo al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales.

(desconozco el autor)