¿Vas
siempre con prisa?
¿Tienes
la sensación de que te faltan horas al día, de que no llegas a todo cuánto
necesitas?
¿Te
sientes estresado?
¿Te
cuesta concentrarte?
¿Hay
situaciones que te producen tensión, como una entrevista de trabajo, un examen,
un lugar nuevo?
Todos
sabemos, que el estrés, la ansiedad que nos producen muchas situaciones
cotidianas, son perjudiciales para nuestra salud.
¿Qué
podemos hacer?
Relajarnos,
nos dicen. Y tú piensas, ya me gustaría, pero no sé, me siento incapaz de ello,
las circunstancias me pueden.
Si
te reconoces, prueba con la meditación. La meditación produce un espacio de
sosiego, de calma, de paz interior. La relajación es lo contrario a la
ansiedad. No puedes estar tranquilo y ansioso a la vez.
Existen
básicamente 3 formas de meditación:
- La “intelectual” para obtener diferentes estados de consciencia.
- La “emocional” que dirige las meditaciones hacia sentimientos de paz, de amor, solidaridad.
- La “activa”, en la que se involucra al cuerpo con movimientos corporales. El taichi o el chi kung serían algunos ejemplos de meditación activa.
Las
prácticas de meditación guiada son las más sencillas y se utilizan técnicas de
respiración y/o visualización que, por ejemplo, nos lleven a lugares agradables.
La
meditación requiere de práctica y paciencia, pero te garantizo que da resultados.
Y para ayudarte, en breve iremos subiendo al blog meditaciones guiadas.
Algunos enlaces interesantes son los siguientes:
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