Es más fácil amar a la humanidad que a una persona en particular.
¿Sabes por qué?
Porque nuestra alma es infinita y nuestra personalidad finita.
...
Cuando se te salgan las lágrimas ante una puesta de sol es la infinitud de tu alma manifestándose a través de tu personalidad.
Los Registros Akáshicos nos conectan con esa infinitud. La oración que realizamos antes de acceder actúa de puente entre nuestro ser finito y la infinitud.
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