lunes, 25 de abril de 2016

Fluir


Deja fluir la vida y encontrarás respuestas donde menos lo esperabas.

En diversas ocasiones he leído y/o escuchado, que cuando algo se desea de verdad el universo se confabula para que así sea.  Y es que hay ocasiones en las  que la vida te despliega una alfombra roja para que camines sobre ella y te guíe en tu camino, llevándote hasta aquéllas puertas que debes abrir.

Tras los últimos seis meses, nuestro primer “parón” fue la semana santa. Queríamos salir. Estábamos tan abrumados que ni pensar dónde podíamos. Y una mañana, una amiga del colegio me puso un Whatsapp: “He soñado con vosotros. Por fin una noche tranquila. Os ofrezco mi casa para esta próxima semana. Yo me iré a Córdoba con mi familia.” Teníamos ganas de mar y su casa está en primera línea.
 
Nuestros pensamientos son creadores, y cuando soñamos e imaginamos aquello que tanto deseamos, una energía invisible comienza a ponerse en movimiento. Esos movimientos van produciendo microcambios y si estamos atentos, si nos volvemos conscientes de nuestro momento presente, comenzamos a ver, escuchar, sentir las señales. La sincronía comienza como si de una coreografía se tratase. Y cuando te dejas llevar, con confianza, surge la oportunidad esperada.

Es mejor no tratar de pensar mucho; mejor sentir y fluir. Y eso es lo que también hicimos el fin de semana pasado. Nos invitaron a un cumpleaños en el que sólo conocíamos a la cumpleañera. A su marido de vista. En total, fuimos 11 personas: nuestra amiga cumpleañera y su esposo,  que nos deleitó con un mini concierto de piano; una pareja de jóvenes abogados que se preguntaba que iba a ocurrir con los niños cuando comiencen los divorcios entre homosexuales; un matrimonio que siempre está buscando inventos y que nos contó su última adquisición: un sacahuesos de aceitunas; una profesora de teatro que antes de comenzar las clases practica meditación con sus alumnos; y unos jóvenes y casi recién estrenados padres que consiguieron desconectar. El resultado: una noche divertida, de la que nos retiramos mucho después de lo previsto y un nuevo grupo de WhatsApp que hemos llamado Inventos.

¡Qué bueno es aceptar las cosas tal y como se suceden! Pero recuerda… tan sólo una cosa desmaterializa tus deseos: la duda.

Así pues, canta y el camino aparecerá…

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