El bosque te mira.
No solo con sus árboles, sino con su
silencio, su aliento y su sabiduría.
Te invita a detenerte, a sentir, a
recordar que la vida no es una carrera sino un caminar consciente.
Pregúntate:
¿Estás realmente mirando, sintiendo,
oliendo?
¿O tus pasos se mueven solos,
desconectados de lo que tu alma anhela experimentar?
La presencia es el regalo más puro:
escuchar el murmullo del viento, abrazar con la mirada un rayo de sol, sentir
cómo la tierra sostiene cada paso.
Cuando eliges habitar el instante,
descubres que todo está vivo, que todo te habla, que todo te sostiene.
Eres un ser único, valioso y creador de
tu vida.
Cada día es una nueva oportunidad para
empezar de nuevo, vivir con plenitud y merecer lo mejor.
🙏
El bosque no solo te mira, también te
habla, te susurra, te guía, te regala conectar con tu esencia.
Bella niña
Hada de los bosques
De Amor, de polvo de estrellas estás
hecha
¡Brilla!
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