“Lo que no me mata me hace más fuerte”.
A veces, muchas veces, es necesario demostrar aplomo, algo que ante los demás nos hace parecer más fuertes de lo que en realidad somos.
Tras esa apariencia se esconde un mundo de emociones intensas, de profundos sentimientos que son, incluso, contradictorios. Debates internos para superar obstáculos.
Y ocurre, que nuestra única arma es la resistencia, resistencia mental sin revanchismo, resistencia para superar las situaciones difíciles, para salvarnos, para derrotar la agresión, ya que en realidad, y afortunadamente, somos más de lo que creemos.
Yo preferiría que no me pusieran a prueba. Pero quizás estas pruebas las elegimos nosotros mismos.
Así, aceptación que no resignación. Y esto lo he aprendido a través del Reiki, mi camino de vida.