Sentado tranquilamente, lleve su atención a la respiración. Sienta alzarse y descender el vientre mientras inspira y espira.
Siga las inspiraciones y espiraciones durante unos minutos.
A continuación empiece a concentrarse en la espiración. Sienta cómo sale el aire y cómo se disuelve en el espacio que le rodea. Fíjese en la vacuidad de los pulmones y el vientre al final de cada respiración. Concéntrese en este espacio al final de cada espiración. Puede que se percate de que ...el ritmo cardíaco desciende durante la espiración. sobre todo en el tramo final. Fíjese también en si sus pensamientos y su mente se calman al final de la respiración.
Se dice que la conciencia de la espiración puede ser como saborear ligeramente la muerte. Ponga toda su atención en cada espiración, como si fuese la última. Sienta cómo la respiración, los pensamientos y la energía salen de usted y se disuelven en el aire antes de iniciar el proceso de volver a la vida inspirando nuevamente. A continuación sienta el momento en que se ha desprendido de todo el aire, cuando los pulmones y el resto del cuerpo esperan el inicio de la siguiente inspiración. Continúe descansando en ese espacio al final de cada espiración. Continúe descansando en ese espacio al final de cada espiración, siéntase cómodo y familiarícese con él. ¿Podría sentirse como si esta espiración fuese la última?
¿Qué pensamientos y emociones surgen cuando practica la respiración concentrándose de esta manera?
A continuación lleve su atención de nuevo al ciclo de inspirara y espirar. Fíjese en la inspiración, considérelo un acto deliberado, continuando el ciclo de la vida y la muerte con cada ciclo respiratorio.
Tras observar la respiración de esta manera, oriente lentamente la atención a las cosas que le rodean. Cuando se sienta preparado, levántese del asiento.