Ayer fue mi primer curso de Reiki para niños. Con mucho amor, alegría e ilusión habíamos preparado un Manual ilustrado diseñado especialmente para ellos. Mercedes y Mónica fueron las ilustradoras, Marcia se encargó de la edición. Gracias de nuevo a las 3.
Quisiera transmitir la esencia del curso, de todo lo que nos aportaron los niños. Ya lo intuíamos, realmente lo sabíamos, y la realidad superó todas nuestras expectativas, toda imaginación. Cierto es que una imagen vale más que 1000 palabras, pero en esta ocasión no publicaré foto. Son niños, y estamos todos de acuerdo en que es mejor así.
En mi mente, había imaginado a cada niño sentado con su padre, madre, padres. Sin embargo, de forma natural, se sentaron los 5 juntos, en uno de los lados del aula. Frente a ellos estaban sus padres. No puedo decir que yo estuviera nerviosa porque estaba realmente feliz.
Planteé el curso como un cuentacuentos, en el que iría explicando y preguntando a medida que los propios protagonistas, 5 niñ@s de entre 10 y 12 años, fueran leyendo. Y desde el primer momento me metí de lleno, con la primera pregunta ¿Qué es el reiki? Y ellos lo entendieron, lo visualizaron y lo sintieron. Lo más difícil ya había ocurrido. Quedaba mucho por leer, mucho por explicar y los minutos, las horas, nos volaron.
Si tengo que quedarme con un momento del curso no puedo, pero rescataré 2:
1. Cuando se sentaron de espaldas a la pared, algunos alrededor de una columna, e imaginaron que era el tronco de un árbol, y se fundieron con el mismo, conectando con él.
2. El momento en el que ellos tras las sintonización, comenzaron a dar una terapia reiki a cada uno de sus padres …. Indescriptible belleza para todos los sentidos, incluido el sexto.
Me faltan palabras de agradecimiento. Un agradecimiento inmenso que sentimos cada uno de los adultos que hemos compartido la experiencia. Nos han acompañado algunas personas más, José, Marcia y Jon. Todos nos sentimos igual. En sus muros de Facebook, hay comentarios, en todos figura un “gracias” y de nuevo voy a rescatar 2:
1. Un padre escribía por la tarde en su muro: “Gracias a todos los asistentes. Cada día que comparto con vosotros disfruto mucho más de la experiencia, hoy multiplicada por mucho, al ver a nuestros hijos comenzar un camino que será bello y emocionante. Especial agradecimiento a Marcia y a Jon, a quienes el hecho de no traer niños no les detiene de obsequiarnos y enriquecernos con su compañía. Gracias, chicos. Gracias a todos.”, suscitando 16 comentarios.
2. Un padre me ha dicho esta mañana al preguntar por su hija: “… qué te voy a contar, resplandeciente, muy bonita. Anoche me contaba lo vivido … yo sigo emocionado, qué corazones tan limpios … muy bello.
Esta entrada dista mucho de reflejar la experiencia pero confío en que os acerque un poco a ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario