La Fe le pide al Alma que
vaya más lejos de lo que puede ver – W. Clarke
La fe no es ciega.
Debemos ser fuertes y
cautelosos.
Cree en Ala pero ata a tu
camello.
Practicar la Ley de la FE no
significa confiar en todas las personas para hacer la cosa más adecuada. Tiene un significado más transcendente y superior.
La Fe es el reconocimiento de que el Espíritu Santo trabaja, a través de cada
uno de nosotros, a través de cada persona y cada circunstancia. La FE implica
también una actitud de que cualquier cosa que suceda sirve a un bien superior a
pesar de las apariencias contrarias.
¿Qué pasaría su supieras con
certeza que hay un propósito para cada placer y dolor?
Comenzarás a ver cada
dificultad como una prueba para instruirte. Encontrarás lecciones y
oportunidades en cada reto.
La fe no es lo opuesto a la
Razón. Aplicar la ley de la fe es una de las cosas más prácticas razonables y
constructivas.
Escucha a la sabiduría
intuitiva de tu corazón
Fe es asumir que siempre
tomas la decisión acertada.
Todo lo que tienes que hacer
es escuchar y confiar.
Fe significa vivir con
incertidumbre, sentir tu camino a través de la vida, dejando que tu corazón te
guíe como una linterna en la oscuridad. No significa que todas las
circunstancias irán a favor de ti o que la justicia divina opere siempre para herir o curarte. Todo tipo de eventos,
pueden suceder en este mundo. Por tanto, a pesar de la inseguridad y confusión,
cuando puedas aprender a vivir con fe, confiando en el espíritu santo
trabajando acorde a un deseo más allá del alcance de nuestra mente, verás el
espíritu santo operando en todas partes en cada uno y en todos.
Tener fe no significa ser infalible
y que todas las cosas vayan a favor tuyo. La Fe incluye la voluntad de ampliar
tu abanico, cometer errores y aprender de ellos. En otras palabras, confiar en el
proceso de los acontecimientos, en el proceso de la vida.
La Ley del a FE, del libro Inteligencia espiritual de Dan Millman.
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