jueves, 11 de febrero de 2016

Manual de El Mesías

Aprender es descubrir lo que ya sabes.
Actuar es demostrar que lo sabes.
Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tu.
Sois todos aprendices, ejecutores, maestros.
Tu única obligación en cualquier período vital consiste en ser fiel a ti mismo.
Ser fiel a otro ser o a otra cosa no sólo es imposible, sino que también es el estigma del falso mesías.


Los interrogantes más sencillos son los más profundos
¿Dónde has nacido? ¿Dónde está tu hogar?¿A dónde vas?¿Qué haces?
Plantéatelos de tiempo en tiempo, y observa cómo cambian tus respuestas.
Enseñas mejor lo que más necesitas aprender.
Tus amigos te conocerán mejor en el primer minuto del encuentro, que tus relaciones ocasionales en milagros.
No vuelvas la espalda a los futuros posibles antes de estar seguro de que no tienes nada que aprender de ellos. Siempre gozarás de libertad para cambiar de idea y elegir otro futuro, u otro pasado.No existe ningún problema que no te aporte simultáneamente un don.
Buscas los problemas porque necesitas sus dones.

Justifica tus limitaciones, y ciertamente las tendrás.
Imagina del Universo bello y justo y perfecto.
Convenceos luego de esto: Lo que es, lo ha imaginado bastante mejor que vosotros.

La nube ignora por qué se desplaza en una determinada dirección, y a una velocidad específica. Siente un impulso...ése es el rumbo del momento. Pero el cielo conoce las razones y las configuraciones que hay detrás de todas las nubes, y tú también las conocerás cuando te eleves a la altura indispensable para ver más allá de los horizontes.

Nunca te conceden un deseo sin concederte también la facultad de convertirlo en realidad. Sin embargo, es posible que te cueste trabajo. El mundo es tu cuaderno de ejercicios, en cuyas páginas realizas tus sumas. No es la realidad, aunque puedes expresar la realidad en él si lo deseas. También eres libre de escribir tonterías o embustes, o arrancar las páginas.

El pecado original consiste en limitar el Ser. No lo cometas. Si haces la experiencia de ser ficticio durante un tiempo, comprenderás que a veces los personajes de ficción son más auténticos que los individuos de carne y hueso y de corazón palpitante.

Tu conciencia es la medida de la honradez de tu egoísmo. Escúchala atentamente.

Todos los seres, todos los acontecimientos de tu vida, están ahí porque tú los has convocado. De tí depende lo que resuelvas hacer con ellos.

La verdad que enuncias no tiene pasado ni futuro. Es, y con eso basta. He aquí una prueba para verificar si tu misión en la tierra ha concluido: Si estás vivo, no ha concluido.

Para vivir libre y dichosamente, debes sacrificar el tedio. No es siempre un sacrificio fácil.

No te dejes abatir por las despedidas. Son indispensables como preparación para el reencuentro. Y es seguro que los amigos se reencontrarán, después de algunos momentos, o de todo un ciclo vital.

Tu ignorancia es directamente proporcional a la medida en que crees en la injusticia y la tragedia. Lo que la oruga interpreta como el fin del mundo es lo que su dueño denomina mariposa.
Todo lo que dice este libro puede ser una falacia...
 
del libro Ilusiones, Richard Bach
 
 
 
 
 
 

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